En un caballo, la realidad y la visión se conectan se forma única. Aprender con caballos requiere cien por ciento concentración, presencia  y consciencia. Un caballo es absolutamente un ser real. Por su parte, ha habido una conexión mitológica con el caballo desde hace miles de años, el caballo por sí mismo representa una leyenda, un sueño y una visión . El concepto HorseDream une realidad y visión.

El caballo encarna en sí mismo: orgullo, fuerza, belleza, libertad, coraje y energía; al mismo tiempo que sensibilidad, precaución y una disposición, siempre presente, a huir. Está dispuesto a servir a los humanos tanto siendo dominado como  voluntariamente. Además de eso, la manada de caballos transmite la sensación de protección y seguridad, inclusión y cooperación así como la autoconfianza y satisfacción.

El enfoque HorseDream® ayuda a crear una nueva cultura en la empresa.

En siglos pasados, los líderes eran capacitados con la ayuda de caballos. Trabajar con caballos fomenta el coraje, la fuerza, la creatividad y la voluntad de asumir riesgos, pero al mismo tiempo fomenta un sentido de responsabilidad, confiabilidad, paciencia y determinación.

“Ser guiado” significa seguir voluntariamente. En el mejor sentido debería garantizar la independencia y la disponibilidad de asumir riesgos para avanzar en el sentido en que el líder desea.

¿Y el caballo? ¿A quién sigue el caballo? El caballo sigue a las personas precisamente cuando demuestran confianza en sí mismas, integridad, claridad, credibilidad y tienen un objetivo establecido.

Como uno de los participantes dijo, "Hasta la fecha he leído mucho sobre el liderazgo, pero hoy sentí lo que el liderazgo es." El caballo refleja directamente la forma externa de liderar y la actitud interna de una persona. Nos ayuda a reconocer nuestras fortalezas y debilidades y, a veces nos muestra que sólo se necesita una pequeña autocorrección para que lleguemos a ser más como ”realmente somos”, como nuestro "verdadero yo".

Cuando las personas trabajan juntas siempre hay problemas que cuestan tiempo y energía. Estos pueden ser causados por factores externos o internos. Cuando los equipos están recién formados se necesita algún tiempo para dejar a un lado las reservas y crear confianza.

A veces la comunicación falla a causa de malentendidos  o porque la conexión no se realiza de una manera razonable, o tal vez porque la información se ha intercambiado antes de que la gente haya encontrado una manera apropiada de acercarse al otro.

En el entorno de aprendizaje basado en la educación asistida con caballos, los equipos crecen juntos en un período muy corto de tiempo. En las dos sesiones de 4 horas, pasan por así decirlo, las cuatro fases del proceso de desarrollo de equipo (según Tuckman): fase inicial de Formación, la fase Tormentosa o el Caos, la fase de poner Normas-Normalización,  y la fase de Actuar o Representar cada uno su papel - o, según Christoph V. Haug: fase de Pruebas, fase de Luchas internas, fase de Organización y la de Trabajo.